Manuel Arija ha recibido a lo largo de su carrera más de 50 premios y ha sido seleccionado en más de 300 festivales. En 2020 se encuentra en la fase de post-producción de su primer largometraje Ultrainocencia.
Con el cortometraje No Kissing (2014) ganó el Primer Premio en el Shnit International Film Festival otorgado por Paul Haggins (Crash, In the Valley of Elah, Show Me a Hero) y también fue premiado y seleccionado en diferentes Festivales. También ha dirigido y producido Pequeños Electrodomésticos (2012) distribuido por Filmin y Amazón Video.
En 2010 dirigió La Piñata, rodada en la Plaza Mayor de Madrid, con este cortometraje ganó el Amacort Short Film Festival 2010 (Rimini, Italy) y también recibió una beca Fulbirght Scholarship en Dirección en la SVA de Nueva York.
En 2009 debutó como director con el cortometraje en 35mm MAVELA, selecionado en el Festival Fantástico de Austin y con un largo recorrido por los Festivales de USA y Canadá.
www.manuelarija.com
Durante años estuve buscando una historia para mi primera película. Y la encontré accidentalmente en una obra de teatro llamada Ultrainocencia.
Me emocionó. Me sentí identificado con aquellas personas que se adentraban en la búsqueda de sus propias inquietudes, sacrificando todo lo que tienen. En la inmensa mayoría de los casos supone no conseguir nada. Nada. Un sacrificio inútil por aquello en lo que crees. Un sacrificio irracional que en nuestra sociedad actual es sinónimo de un vida condenada al fracaso.
Y sin embargo esos fracasados, agitaron en mi interior una necesidad de reivindicarlos. Nació un sentimiento de admiración, incluso envidia por mantenerse fieles a unas motivaciones irracionales y no apartarse de ellas frente a las adversidades. Y también una profunda pena por saber que no tendrán recompensa.
Todo por nada.
Ultrainocencia es una película que trata la religión, la creencia en lo desconocido y lo inexplicable pero enlaza para mí con la búsqueda de cualquier objetivo inalcanzable en la música, la literatura, la fotografía o cualquier forma artística.
Junto a los autores originales de la obra volcamos todas nuestras experiencias artísticas, nuestras particulares miserias y los escasos momentos que saboreamos como grandes éxitos. Tuvo lugar una pequeña catarsis que convertiría la obra original en algo completamente nuevo.
ULTRAINOCENCIA comienza con la búsqueda de una misión imposible: demostrar la existencia de Dios.
He tardado casi cuatro años de duro trabajo en materializar esta película y por momentos he sentido que la misma premisa en la que se basaba la película, de un camino inalcanzable, se extendía a mi propia vida.
Afortunadamente no estaba sólo y eso me ha demostrado que incluso las mayores adversidades pueden superarse. Quizás no podemos enfrentarnos a lo imposible, ni encontrar respuestas a todas nuestras inquietudes. Pero en el camino estoy seguro de que hemos encontrado las respuestas a otras preguntas, igual de importantes, que de otra forma no nos habríamos hecho.
Manuel Arija
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